martes, 15 de marzo de 2016

Hipotensión

Definición

La hipotensión arterial o presión baja se debe a una disminución de la presión sanguínea y más precisamente a una disminución de la cantidad de sangre bombeada por el corazón, lo que provoca una caída de la presión arterial. 

Esta presión puede ser constante u ocasional. No es una enfermedad propiamente dicha sino más bien un síntoma que es conveniente vigilar si se vuelve crónica. 

Diagnóstico

  • Contrariamente a la hipertensión arterial, la hipotensión no tiene un valor límite.
  • Por regla general, mientras más baja es la presión arterial, mejor es la condición cardiovascular.
  • La hipotensión corresponde a la disminución de la presión arterial por debajo de 90 mm Hg para el número superior.

Diferentes hipotensiones

Hipotensión ortostática o postural

  • La hipotensión ortostática o postural es llamada más comúnmente "presión arterial baja".
  • Se caracteriza por la disminución de la presión arterial cuando el paciente pasa de estar recostado a estar en cuclillas y luego rápidamente a estar de pie.
  • El paciente siente una sensación de vértigos. Esta disminución de la presión arterial se debe al efecto súbito de la gravedad, en la que la sangre se acumula en las piernas y disminuye temporalmente el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
  • Estas disminuciones de presión arterial son la mayoría de las veces inocuos y no necesitan un tratamiento especial.
  • La hipotensión ortostática también puede ser crónica. En ese caso, las causas son diferentes y sí necesita un tratamiento.

Hipotensión postprandial

  • Esta hipotensión aparece después de comer. La digestión provoca un aflujo de sangre hacia el estómago y los intestinos, lo que puede provocar una disminución de la presión arterial.
  • Esta forma de hipotensión se observa en las personas mayores, en las que tienen diabetes o enfermedad de Parkinson.

Hipotensión intracraneal

La hipotensión intracraneal se debe a una disminución de la presión sanguínea dentro del cráneo que puede provocar trastornos neurológicos y psíquicos. 

Hipotensión controlada

  • Durante ciertas intervenciones quirúrgicas, los cirujanos deliberadamente bajan la presión arterial del paciente, especialmente para intervenciones en el rostro, en la mandíbula o para tumores vasculares cerebrales.
  • Esta hipotensión controlada es realizada para evitar hemorragias durante la intervención.

Síntomas de la hipotensión

  • Mareos, vértigos.
  • Cansancio.
  • Visión borrosa.
  • Náuseas.
  • Aceleración del ritmo cardíaco.
  • Problemas de audición, zumbidos en la oreja.
  • Cefaleas.
  • Vómitos.
  • Desvanecimiento.

1. PRESIÓN ARTERIAL

La presión arterial representa la presión ejercida por la sangre contra la pared de las arterias. Depende de los siguientes factores:
  1. Débito sistólico (volumen de eyección del ventrículo izquierdo )
  2. Distensibilidad de la aorta y de las grandes arterias.
  3. Resistencia vascular periférica, especialmente a nivel arteriolar, que es controlada por el sistema nervioso autonómico.
  4. Volemia (volumen de sangre dentro del sistema arterial).
Se distingue una presión sistólica y otra diastólica. La presión sistólica es la presión máxima que se alcanza en el sístole. Esta depende fundamentalmente del débito sistólico, la volemia y la distensibilidad de la aorta y las grandes arterias. La presión diastólica es la mínima presión de la sangre contra las arterias y ocurre durante el diástole. Depende fundamentalmente de la resistencia vascular periférica.
La presión de pulso es la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica.
La presión arterial varía en las personas a lo largo de las 24 horas. Los factores que influyen son las emociones, la actividad física, la presencia de dolor, estimulantes como el café, tabaco, algunas drogas, etc.
Medición de la presión arterial. Habitualmente se efectúa con un esfigmomanómetro. Los más usados con los de mercurio y los de tipo aneroide. Constan de un sistema para ejercer presión alrededor del brazo y una escala que permite conocer la presión.
Los esfigmomanómetros de mercurio son más confiables en su calibración. Los aneroides, que registran la presión mediante un reloj, son más livianos y fáciles de transportar, pero con el tiempo se pueden descalibrar.
La presión arterial conviene medirla en el brazo, estando el paciente sentado o acostado, cómodo y relajado. Debe haber descansado unos 5 minutos y no haber consumido café o haber fumado en los 30 minutos anteriores. Habitualmente la medición se efectúa al final del examen físico, momento en que el paciente debiera estar más relajado. Si se sospecha que puede existir una diferencia en la medición de uno y otro lado, conviene efectuar la medición en ambos brazos (ej.: en vasculitis o ateromatosis de grandes arterias). Frente a la posibilidad deortostatismo (cuando la presión baja al ponerse la persona de pie), la medición se debe efectuar estando el paciente acostado y luego de pie (o sentado, con los pies colgando). En algunos casos, es útil medir la presión tanto en las extremidades superiores como en las inferiores. Normalmente la presión en las piernas es un poco mayor que en los brazos, pero en cuadros de coartación de la aorta o en ateromatosis muy avanzadas, la presión es menor en las piernas. El manguito se aplica en la mitad del brazo (el borde inferior queda unos 2 a 3 cm sobre el pliegue cubital). Debe quedar bien aplicado y no suelto (ya que esto último favorecería lecturas falsamente elevadas). El brazo debe estar desnudo, sin ropas que interfieran la colocación del manguito. Conviene que el brazo esté apoyado sobre una mesa o que cuelgue relajado al lado del cuerpo. La bolsa de goma debe quedar ubicada de tal forma que justo la mitad de ella esté sobre la arteria braquial. Además, el manguito debe quedar a la altura del corazón. Si se ubica más abajo, se registran presiones falsamente elevadas (estos errores ocurren con más frecuencia cuando se usan manómetros digitales que comprimen la muñeca y no se tiene el cuidado que el manguito esté a la altura del corazón durante la medición). 

Presión sistólica (mediante el método palpatorio)
: Se infla el manguito mientras se palpa el pulso radial. Al desaparecer el pulso, se infla un poco más y luego de desinfla el manguito lentamente. La presión en que nuevamente se vuelve a palpar el pulso, corresponde a la presión sistólica (por método palpatorio).
Este es un buen método para ubicar a qué nivel está la presión sistólica, sin tener que inflar el manguito más de los necesario.
Registro de la Presión Arterial:
Colación del manguito
Esquema: Manometro de Presión
Presión sistólica (mediante el método auscultatorio): Se infla nuevamente el manguito, pero en esta ocasión se ubica la cápsula del estetoscopio en el pliegue del antebrazo, sobre el lugar donde se palpa el pulso braquial. Se infla el manguito hasta un poco más arriba de la presión sistólica obtenida por el método palpatorio y luego se desinfla lentamente. La presión en que se comienza es escuchar un ruido relacionado con los latidos del corazón corresponde a la presión sistólica obtenida por el método auscultatorio.

Tanto el registro obtenido por el método palpatorio como por el auscultatorio deben ser parecidos. De no ser así, se registra como presión sistólica, el valor más elevado.
Presión diastólica: Después de identificar la presión sistólica auscultatoria, se sigue desinflando el manguito hasta que desaparecen los ruidos. Este momento corresponde a la presión diastólica. En ocasiones, primero los ruidos se atenúan y luego desaparecen. En general se considera como la presión diastólica el momento en que los ruidos desaparecen. Si ocurre que los ruidos se atenúan, pero nunca se dejan de escuchar, incluso con el manguito desinflado, la presión diastólica corresponde al momento en que los ruidos se atenuaron. En ocasiones se dejan registrados ambos momentos: cuando se atenúan los ruidos y cuando desaparecen.
La presión arterial se expresa con la presión sistólica y la diastólica. Por ejemplo, una presión de 120/80 mm de Hg, significa que la sistólica es de 120 mm Hg y la diastólica de 80 mm Hg. Además del registro numérico, se debe especificar en qué parte del cuerpo se tomó la presión y en qué posición estaba el paciente. Un registro de 120/80/70 mm Hg significaría que a los 80 mm Hg los ruidos se atenuaron y que a los 70 mm Hg se dejaron de escuchar, siendo este último valor la presión diastólica.

Agujero auscultatorio de Korotkoff.

Cuando se toma la presión con el método auscultatorio puede ocurrir que después de haber escuchado el primer ruido pulsátil (presión sistólica), se presenta una fase de silencio y luego los ruidos reaparecen para finalmente disminuir y desaparecer definitivamente (presión diastólica). Ese período de silencio se llama el agujero auscultatorio de Korotkoff. La existencia de este fenómeno hace aconsejable haber determinado primero la presión sistólica con el método palpatorio, ya que podría ocurrir que si sólo se usa el método auscultatorio y no se sube suficientemente la presión del manguito, se puede tomar como la presión sistólica el momento que viene a continuación del agujero auscultatorio de Korotkoff y haber errado la verdadera presión sistólica.
Si se mide la presión directamente con el método auscultatorio, sin efectuar primero el procedimiento palpatorio, podría ocurrir:
  • que el manguito se infle más que lo necesario con la consecuente molestia para el paciente
  • que se registre mal la presión sistólica en el caso que no se hubiera inflado suficientemente el
manguito y se hubiera caído en el agujero auscultatorio de Korotkoff. A pesar de las consideraciones anteriores, especialmente en personas que muy posiblemente tienen la presión arterial normal, puede bastar efectuar solamente el método auscultatorio y quedarse tranquilo si la identificación de los ruidos es clara.
Relación entre el tamaño del manguito y el brazo. Debe haber una adecuada relación entre el tamaño del manguito y el brazo (o el segmento de la extremidad en dónde se está efectuando el registro). Por lo tanto, en las personas obesas se debe usar un manguito de mayor tamaño (de no ser así, se van a registrar presiones falsamente elevadas). Del mismo modo, en niños se debe disponer de manguitos más pequeños.

Valores normales de la presión arterial:

Presión sistólica: entre 100 y 140 mm de Hg (lo ideal sería tener una presión sistólica que no superara los 120 mm Hg, o, a los más, los 130 mm Hg). Presión diastólica: entre 60 y 90 mm de Hg (lo ideal sería tener una presión diastólica por debajo de los 90 mm Hg).
Se considera que un paciente está comenzando a ser hipertenso cuando su registro es igual o mayor de 140/90 mm de Hg. Algunas personas, especialmente mujeres jóvenes, tienen presiones que normalmente son bajas (100/60 mm Hg o incluso menos). En otras situaciones, la presión baja es una manifestación de shock o colapso circulatorio, pero en estos casos, se presentan signos de mala perfusión tisular (compromiso de conciencia, extremidades frías, diuresis escasa).
Cuando existe una arritmia acentuada, como en la fibrilación auricular, la determinación de la presión arterial es un poco más difícil. En estos casos, conviene desinflar el manguito lentamente y, si es necesario, repetir la medición para ver cuán consistentes son los valores obtenidos. En una fibrilación auricular, los manómetros digitales automáticos pueden registrar valores errados.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL 

Qué es la Tensión arterial?

 Todo el mundo tiene tensión arterial; sin ella la sangre no podría circular. La tensión arterial es la tensión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias que son los vasos que llevan la sangre desde el corazón a las demás partes del cuerpo. Es la consecuencia de dos fuerzas, una la que produce el corazón para impulsar la sangre y otra, la resistencia que ofrecen las arterias al paso de la sangre, sobre todo las más pequeñas que se llaman capilares. 
Cuando el corazón se contrae la tensión más alta que produce se llama tensión sistólica; cuando se dilata la tensión más baja que produce se llama tensión diastólica. 

¿La tensión arterial es siempre la misma?

 La tensión arterial varía a lo largo de la vida del individuo, a lo largo de las estaciones (es más baja en verano) y a lo largo del día dependiendo de muchas situaciones. En los países industrializados, como el nuestro, la tensión arterial sistólica aumenta con la edad, mientras que la tensión arterial diastólica suele descender a partir de los cincuenta años. Pero hay otras causas que alteran todos los días la tensión arterial como la temperatura elevada, la actividad física, las emociones, el dolor, la postura, el coito, la dieta, muchos medicamentos, el sueño y el consumo de café. Por eso es muy importante conseguir que la medición se haga de acuerdo con unas instrucciones muy precisas.

 ¿Qué significan los números?

 La tensión arterial se suele mostrar con dos cifras, por ejemplo 120/70; la más alta es la tensión arterial sistólica y la más baja es la tensión arterial diastólica. A usted pueden decirle que tiene “ciento veinte setenta” o, de un modo más simple, “doce-siete”. Estos números hacen referencia a los milímetros de mercurio (mm Hg) en los que se oyen (tensión arterial sistólica) y se dejan de oír (tensión arterial diastólica) los latidos cardiacos, cuando la tensión arterial se mide con un equipo específico: esfigmomanómetro de mercurio. 

¿Qué es la hipertensión arterial? 

La hipertensión arterial (HTA) es la elevación permanente de la tensión arterial, bien de la tensión arterial sistólica, de la diastólica o de ambas por encima de los límites que en la actualidad se consideran como normales, es decir 140/90 . Una lectura única elevada de la tensión arterial no significa que Ud. sea hipertenso, pero si que debe acudir a su centro de salud para que le informen de lo que debe de hacer.
 La Sociedad Europea de Cardiología y la Sociedad Europea de Hipertensión han clasificado la tensión arterial en diversos niveles que se expresan en el recuadro. 

Algunos datos estadísticos

 La hipertensión es una enfermedad muy frecuente. En España se estima que el 40% de la población es hipertensa; sin embargo solo 6 de cada 10 saben que lo son y solo 1 de cada 10 ha alcanzado el grado adecuado de control de su tensión arterial. Entre los ancianos la hipertensión es más frecuente. Más de la mitad de las personas mayores de 65 años tienen la tensión arterial elevada. Estos datos dan una idea de la importancia del problema.

 Causas de la hipertensión

 Es muy probable que le digan a Ud. que su hipertensión es idiopática, primaria o esencial. Todos ellos son términos que se utilizan cuando se desconoce su causa y esto ocurre en aproximadamente el 90% de los casos. Se sabe que en la hipertensión esencial intervienen factores hereditarios y factores ambientales que actuando en conjunto producen cambios en el corazón y en la resistencia al paso de la sangre por las arterias.
 En un 10% de los casos es posible determinar la causa de la hipertensión. La mayoría de las veces son enfermedades renales, pues el riñón juega un papel muy importante en su regulación, y en otros casos puede ser producida por trastornos hormonales como el hipertiroidismo por ejemplo o el síndrome de Cushing o por otras enfermedades poco frecuentes. Los estudios que su médico hace cuando le diagnostica la hipertensión son también para buscar si existe esta hipertensión secundaria.
Algunos medicamentos elevan la tensión arterial y pueden producir hipertensión en algunas personas. Los de uso más frecuente son los descongestivos nasales, algunos remedios para los catarros comunes y los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y la aspirina por ejemplo; estos medicamentos son muy usados sin prescripción médica y, al margen de otros problemas, hay que considerar que pueden producir hipertensión arterial o reducir la eficacia de los medicamentos que se usan para controlarla si su uso es frecuente y prolongado. En el pasado algunas píldoras anticonceptivas elevaban la tensión arterial, pero las nuevas formulaciones es menos probable que lo hagan.
 Una enfermedad relativamente frecuente que puede producir o agravar la hipertensión es la apnea del sueño que es una condición que se caracteriza por episodios de interrupción de la respiración mientras la persona está durmiendo. 


¿Qué factores de riesgo que contribuyen a la hipertensión? 

Hay factores que no podemos modificar y otros que sí. Son factores de riesgo no modificables: 
-La edad: la HTA aumenta con la edad, porque disminuye la elasticidad de las arterias (como si disminuyera la elasticidad de la manguera) por arteriosclerosis. 
El sexo: las mujeres tienen cierta protección por las hormonas femeninas durante la edad fértil, pero a partir de la menopausia el riesgo se iguala. 

-La raza: la HTA es más frecuente y grave en personas afroamericanas, por ejemplo. 
-La herencia: la aparición de HTA es más frecuente si los padres son hipertensos. 
Son factores de riesgo modificables, sobre los que podemos actuar mediante la prevención: 
-La obesidad: existe una relación directa entre el Índice de Masa Corporal (I.M.C.) y la Tensión Arterial.
Hay otra obesidad que se denomina abdominal y que se calcula de una manera muy sencilla. Basta una cinta métrica y, como norma aproximada, consiste en medir el perímetro abdominal a la altura del ombligo. Si es Ud. mujer el perímetro debe de ser inferior a 88 cm. y si es un hombre inferior a 102 cm.
 En pacientes obesos aumenta el riesgo de padecer HTA entre dos a tres veces con respecto a personas en su peso ideal. Además el aumento de la grasa abdominal se ha relacionado con otras muchas enfermedades como las alteraciones del colesterol y los triglicéridos o la Diabetes Mellitus tipo 2. 
- El consumo excesivo de sodio. El sodio es un elemento indispensable para nuestra vida y se encuentra fundamentalmente en la sal. Pero hay que saber que se encuentra en los alimentos naturales y en mayor medida en los alimentos y bebidas que han sido procesados, ya que es uno de los mejores conservantes que se conocen desde los tiempos más tempranos de la humanidad. Así está en los embutidos, las conservas, los salazones (naturalmente), los alimentos precocinados, las bebidas carbónicas, etc. Es importante saber que hecho de que un alimento no tenga un sabor salado no significa que no tenga sodio ya que este es sólo uno de los elementos de la sal. La cantidad diaria de sodio que necesitamos cabe en una cucharadita de café y sin embargo consumimos más de cinco veces esa medida. Aunque no todas las personas son igualmente sensibles al sodio y, por tanto, a su efecto sobre la tensión arterial, una medida prudente es restringir su consumo aunque no se sea hipertenso. 
- El consumo excesivo de alcohol. El consumo moderado de alcohol no es malo para la salud salvo que se padezca alguna enfermedad en la que este contraindicado. Pero lo que es moderado depende de hábitos culturales de comportamiento muy variables. Ud. puede calcular la cantidad de gramos de alcohol que consume de forma aproximada porque todas las bebidas que lo contienen lo indican en su etiqueta. Viene expresado en tanto por ciento y se refiere a la proporción de alcohol puro que contiene por cada 100 ml de bebida.
 Por ejemplo: la etiqueta de una cerveza indica: 5%; esto significa que de cada 100 ml de cerveza 5 ml son alcohol puro; en el vino de mesa son 12 (12%) y en un licor 35 a 45 ml (aunque esto es más variable). Normalmente las recomendaciones sobre el consumo de alcohol se expresan en gramos y así se suelen informar en los medios de comunicación. Para hacer las cuentas aproximadas tiene que multiplicar por 0,8 los mililitros de alcohol. 
Por ejemplo: 5 ml x 0,8 = 4 gramos de alcohol. Así una caña (200 ml de cerveza) tiene: 5 x 2 x 0,8= 8 gramos de alcohol. 
La Sociedad Española de Medicina de Familia en su programa de actividades y medidas preventivas aconseja que, en las personas sanas, el consumo de alcohol no supere los 170 gramos a la semana en el varón y los 110 gramos a la semana en la mujer. Como esto puede ser difícil de entender es más sencillo traducirlo en unidades aproximadas de consumo. Es decir: un varón podría tomar hasta 17 unidades de alcohol a la semana, y una mujer 11 unidades. Cálculo aproximado de unidades de bebidas alcohólicas Una Unidad equivale aproximadamente a 8-10 gr. de alcohol puro y equivale a: Un vaso pequeño de vino: 100 ml Una caña de cerveza: 200 ml 25 ml de licor: coñac, whisky, ron, ginebra, vozka. Un chupito de aguardiente 1 jerez o vermut: 50 ml El consumo excesivo de alcohol puede contribuir a un 25-30% de los casos de hipertensión arterial, además de producir otras enfermedades. - La vida sedentaria. Una persona es sedentaria si gasta menos de 500 Kilocalorias a la semana mediante su actividad física ocupacional y de tiempo libre y se dice que su actividad física es insuficiente si el gasto no llega a 1000 kilocalorias. Estas definiciones son poco prácticas, pero Ud. puede calcular aproximadamente su actividad física si considera que andar a un ritmo moderado durante 30 minutos representa un consumo de 150 kilocalorías. La actividad física insuficiente está asociada a muchas enfermedades y, por el contrario, el ejercicio suficiente está asociado a una disminución de la mortalidad. 
-El consumo de tabaco: el tabaco puede elevar de forma transitoria la TA, pero su uso crónico no se asocia con aumento de la presencia de HTA. De todos modos tanto los hipertensos como la población en general deben evitar el consumo de tabaco, ya que por sí solo aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, además de favorecer la aparición de diferentes tumores. 
¿Por qué es un problema la hipertensión arterial? 
Cada vez es menos frecuente en nuestra sociedad que la tensión arterial sea tan alta que represente un riesgo inmediato para la vida. El problema de la HTA es que representa una sobrecarga de trabajo para el corazón, que puede dañar a lo largo del tiempo a las arterias pequeñas y de este modo afectar la función del riñón o del ojo (retina) y que también puede afectar a las arterias mayores contribuyendo a que sean cada vez más rígidas y estrechas, es decir a la arteriosclerosis. La arteriosclerosis hace que llegue menos sangre a los distintos órganos de nuestro cuerpo y si no llega la sangre no llega el oxígeno y los nutrientes que estos necesitan para funcionar adecuadamente.

viernes, 11 de marzo de 2016

Los Riñones y su Funcionamiento

Los riñones son órganos vitales que realizan muchas funciones con el fin de mantener la sangre limpia y químicamente balanceada. Comprender cómo funcionan sus riñones puede ayudarlo a mantenerlos saludables.

 ¿Qué hacen mis riñones? 

Cada uno de sus riñones es un órgano con forma de guisante del tamaño de su puño. Están ubicados hacia el medio de su espalda, justo debajo de las costillas. Sus riñones son sofisticadas máquinas de procesamiento. Cada día procesan alrededor de 200 litros de sangre para eliminar 2 litros de productos de desecho y de agua sobrante. Los desechos y el agua se convierten en orina que fluye a su vejiga por conductos llamados uréteres. Su vejiga almacena la orina hasta que usted va al baño. 

Los desechos que hay en su sangre provienen del desgaste normal de los tejidos y de la comida que ingiere.





Los riñones remueven el agua sobrante y los desechos de la sangre, convirtiéndolos en orina. La orina fluye por los uréteres desde los riñones hasta la vejiga.

Su cuerpo utiliza la comida para producir energía y para autorepararse. Una vez que el cuerpo tomó de la comida lo que necesita, los desechos pasan a la sangre. Si sus riñones no eliminaran los desechos, estos se acumularían en la sangre y dañarían su cuerpo. 

El filtrado de la sangre se lleva a cabo en pequeñas unidades dentro de sus riñones llamadas nefrones. Cada riñón tiene alrededor de un millón de nefrones. El nefrón está compuesto por un pequeño vaso sanguíneo o capilar, llamado glomérulo, entrelazado con a un pequeño conducto recolector de orina llamado túbulo. En el nefrón se lleva a cabo un intercambio químico complejo durante al cual los desechos y el agua pasan de la sangre al sistema urinario.

 Los túbulos reciben primero una combinación de productos de desecho y compuestos químicos que el cuerpo todavía puede usar. Sus riñones censan la cantidad de químicos como el sodio, el fósforo y el potasio, y luego devuelven una parte de estos a la sangre. De esta manera, los riñones regulan las concentraciones corporales de estas sustancias. Mantener un balance preciso es imprescindible para la vida, ya que las concentraciones demasiado altas pueden ser nocivas.

En el nefrón (izquierda), pequeños vasos sanguíneos se entrelazan con conductos colectores de orina. Cada riñón contiene alrededor de un millón de nefrones.

Además de eliminar los desechos, los riñones producen tres hormonas importantes:

 • la eritropoietina, o EPO, que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea 

• la renina, que regula la presión arterial En el nefrón (izquierda), pequeños vasos sanguíneos se entrelazan con conductos colectores de orina. Cada riñón contiene alrededor de un millón de nefrones. Wastes (urine) to the bladder Sangre limpia Nefrón Sangre con desechos Desechos (orina) a la vejiga Glomerulo Túbulo 

 • la forma activa de vitamina D, que contribuye a mantener en el cuerpo la cantidad de calcio necesaria para los huesos y para lograr un balance químico normal.

Qué es la función renal? 

La palabra “renal” se refiere a los riñones. Los términos “función renal” y “función de los riñones” significan lo mismo. Los profesionales de la salud usan el término “función renal” para hablar sobre la eficiencia con la que los riñones filtran la sangre. Las personas con dos riñones sanos tienen el 100 por ciento de la función de sus riñones. Una reducción pequeña o leve de la función de los riñones, hasta un 30 ó 40 por ciento, sería muy difícil de percibir. La función de los riñones ahora se calcula usando una muestra de sangre y una fórmula para determinar la tasa de filtración glomerular estimada (estimated glomerular filtration rate, eGFR por sus siglas). 

La eGFR corresponde al porcentaje disponible de función renal. La sección “¿Qué pruebas médicas detectan la enfermedad renal?” contiene más detalles sobre la eGFR. Algunas personas nacen con solo un riñón, pero pueden vivir una vida normal y sana. Cada año, miles de personas donan uno de sus riñones para trasplante a un familiar o amigo. Muchas de las personas que tienen una función de los riñones reducida también padecen enfermedad renal, la cual empeorará. Cuando la función de los riñones de una persona es menor de 25 por ciento ocurren problemas de salud graves. Cuando la función de los riñones disminuye a menos de 10 ó 15 por ciento, para mantenerse con vida la persona necesita alguna forma de terapia de reemplazo renal, ya sean tratamientos que limpian la sangre llamados diálisis o un trasplante de riñón.

¿Por qué fallan los riñones? 

La mayoría de las enfermedades de los riñones atacan a las nefronas, haciendo que pierdan su capacidad de filtración. El daño a las nefronas puede ocurrir rápidamente, con frecuencia como resultado de lesión o envenenamiento. Pero la mayoría de las enfermedades de los riñones destruyen las nefronas lentamente y en silencio. Sólo después de años, o incluso décadas, el daño será evidente.

 La mayoría de las enfermedades de los riñones atacan simultáneamente a ambos riñones. Las dos causas más comunes de insuficiencia renal son la diabetes y la presión arterial alta. Las personas con antecedentes familiares de cualquier tipo de problema renal también corren el riesgo de padecer insuficiencia renal. Enfermedad renal diabética La diabetes es una enfermedad que evita que el organismo use la glucosa, una forma de azúcar, como debería. Si la glucosa permanece en la sangre en vez de descomponerse, puede actuar como un veneno. El daño a las nefronas provocado por la glucosa intacta en la sangre se llama enfermedad renal diabética. Mantener bajos los niveles de glucosa en la sangre puede demorar o prevenir la enfermedad renal diabética. El uso de medicamentos para tratar 

la presión arterial alta 

llamados inhibidores de enzima convertidora de angiotensina (ECA) o bloqueadores del receptor de angiotensina (BRA) también retrasa o demora la progresión de la enfermedad renal diabética. Presión arterial alta La presión arterial alta puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones. Los vasos dañados no pueden filtrar los desechos de la sangre como deberían hacerlo. Un médico puede recetar medicamentos para la presión arterial. Se ha descubierto  protegen los riñones incluso más que otras medicamentos que bajan la presión arterial a niveles similares. El National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI por sus siglas), que en español se llama Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, uno de los National Institutes of Health, recomienda que las personas con diabetes o función reducida de los riñones mantengan su presión arterial por debajo de 130/80. Enfermedades glomerulares Varios tipos de enfermedad renal se agrupan en esta categoría, incluyendo enfermedades autoinmunes, enfermedades relacionadas con infecciones y enfermedades escleróticas. Como su nombre lo indica, las enfermedades glomerulares atacan a los pequeños vasos sanguíneos, o glomérulos, dentro del riñón. Las principales enfermedades glomerulares más comunes incluyen la nefropatía membranosa, la nefropatía IgA y la glomeruloesclerosis segmentaria focal. Con frecuencia, el primer signo de enfermedad glomerular es la proteinuria, que significa que hay demasiadas proteínas en la orina. Otro signo común es la hematuria, que significa que hay sangre en la orina. Algunas personas pueden tener tanto proteinuria como hematuria. Las enfermedades glomerulares pueden destruir lentamente la función de los riñones. El control de la presión arterial es importante al tener cualquier enfermedad renal. Por lo general, las enfermedades glomerulares se diagnostican con una biopsia, un procedimiento que consiste en tomar un pedacito de tejido del riñón para examinarlo con un microscopio. Los tratamientos para las enfermedades glomerulares pueden incluir medicamentos inmunosupresores o esteroides para reducir la inflamación y la proteinuria, dependiendo de la enfermedad específica. 

¿Cómo fallan los riñones? 

Varios factores que influyen en la velocidad de la insuficiencia renal no se comprenden totalmente. Los investigadores todavía están estudiando la manera en la que las proteínas de la dieta y los niveles de colesterol en la sangre afectan la función renal. 

Lesión renal aguda

  Algunos problemas renales ocurren rápidamente, como cuando un accidente lesiona los riñones. Perder mucha sangre puede causar insuficiencia renal repentina. Algunos fármacos o venenos pueden hacer que los riñones dejen de trabajar. Estas caídas repentinas en la función renal se conocen como lesión renal aguda (acute kidney injury, AKI por sus siglas). Algunos médicos pueden también llamar a esta enfermedad insuficiencia renal aguda (IRA). La AKI puede conducir a una pérdida permanente de la función renal. Pero si los riñones no están dañados de gravedad, la enfermedad renal aguda puede revertirse. 4 Los riñones y cómo funcionan 

Enfermedad renal crónica 

La mayoría de los problemas renales, no obstante, ocurren lentamente. Una persona puede tener enfermedad renal “silenciosa” durante años. La pérdida gradual de la función renal se conoce como enfermedad renal crónica (ERC) o insuficiencia renal crónica. Las personas con ERC pueden llegar a padecer una insuficiencia renal permanente. También corren un alto riesgo de fallecer debido a un derrame cerebral o ataque al corazón. Enfermedad renal en estado terminal 

La insuficiencia renal total o casi total y permanente se conoce como enfermedad renal en estado terminal (ERET). Las personas con ERET deben someterse a diálisis o a un trasplante para seguir con vida. 

¿Cuáles son los signos de la enfermedad renal crónica (ERC)? Las personas en las etapas iniciales de la ERC, por lo general, no se sienten de ninguna manera enfermas. Las personas cuya enfermedad renal ha empeorado podrían

 • necesitar orinar con mayor o menor frecuencia

 • sentirse cansadas 

• perder el apetito o tener náuseas y vómitos

 • tener las manos y pies hinchados 

• sentir comezón o adormecimiento 

• sentirse con sueño o con dificultad para concentrarse 

• tener más oscura la piel

 • tener calambres musculares

martes, 8 de marzo de 2016

Lesiones en ojos, oídos y nariz 

Este tipo de lesiones pueden tener múltiples orígenes, produciendo principalmente: picor o escozor, dolor intenso, erosiones, heridas o enclavamiento de objetos.

 Lesiones en los ojos 

Producen dolor intenso, irritación, pérdida de visión o visión borrosa, lagrimeo constante e inflamación en el párpado.  Qué hacer:
  1.  Tranquilice al herido y evite que se manipule.
  1.  Averigüe lo ocurrido: cómo, qué, cuánto. 
  1. Si la lesión ha sido provocada por un agente químico, identifíquelo y guárdelo para presentárselo al servicio de emergencias.
  1.  Observe su evolución, si hay hemorragia, heridas o inflamación en la zona afectada. Indique al herido que se retire las lentes de contacto si las tuviera. 
  1. Lave el ojo con agua a chorro, de forma suave, dejando que resbale desde la nariz hacia la parte ocular más externa, a fin de arrastrar el objeto. Si fuese una quemadura por químicos, lea la etiqueta, ya que el agua puede ser perjudicial (ver capítulo Intoxicaciones producidas por agentes químicos). 
  1. Tape ambos ojos con gasas húmedas y asegure el traslado a un hospital para que pueda ser evaluado por un oftalmólogo.
  1.  En caso de inflamación o contusión en párpados, aplique hielo o frío local envuelto en un pañuelo limpio. 
  1. Informe a los servicios de emergencia o médico receptor (atención primaria, hospitales…) sobre los datos recogidos (agente productor de lesión), el tiempo transcurrido, presencia de heridas, inflamación o hemorragias, así como de las acciones que ha realizado sobre el herido antes de su llegada.

 Qué NO hacer:

  • Frotar el ojo. 
  • Administrar colirios o medicamentos.

 Cuerpos extraños en los oídos y en la nariz

 Si se ha introducido un objeto en el oído o en la nariz, en algunas ocasiones, los síntomas aparecen más tarde. 

 Qué hacer: 

  1. Tranquilice al herido y evite que se manipule el objeto. 
  2. Averigüe lo que se ha introducido y la cantidad. 
  3. Observe su evolución, si hay hemorragia, heridas o inflamación en la zona afectada. 
  4. Si el objeto se encuentra en la parte externa de un orificio nasal, tapone el otro y haga sonar fuerte la nariz para intentar expulsarlo. 
  5. Si se ha introducido un insecto en el oído, gire la cabeza para colocar este oído hacia arriba y facilitar que el insecto salga solo. Si no sale, introduzca aceite de oliva o vaselina líquida a temperatura ambiente (no caliente) en el orificio afectado y mantenga la cabeza inclinada al lado contrario durante un rato hasta que el insecto muera. Luego voltee la cabeza sobre el lado afectado hasta que salga el aceite con el insecto. 
  6. Informe a los servicios de emergencia o médico receptor (atención primaria, hospitales…) sobre los datos recogidos, tipo de objetos u objetos, su tamaño, el tiempo transcurrido desde que se lo introdujo, presencia de heridas, inflamación o hemorragias, así como de las acciones que ha realizado sobre el herido antes de su llegada. 

  •  Qué NO hacer: 

  • Introducir objetos (pinzas, objetos punzantes) para tratar de extraer el cuerpo extraño, ni manipularlos, ya que puede insertarlo aún más. 
  • Taponar el oído si se ha introducido un insecto, ya que podría picarle o hacerle una lesión mayor. 


viernes, 4 de marzo de 2016

LOGOPEDIA

¿Qué es la logopedia? 

La palabra “logopedia” está compuesta por dos términos de origen griego: “logos”, que significa palabra, verbo, habla, lenguaje o discurso y “paideia” que significa “educación de los niños”. Luego si unimos ambos términos obtendríamos algo así como “educación del lenguaje en los niños”. Esto es así porque en sus inicios, la logopedia surgió con el fin de atender aquellos trastornos relacionados con la comunicación de los más pequeños. Actualmente el tratamiento de la logopedia se ha extendido a adultos, y su campo de actuación es amplísimo, aunque el vocablo ha permanecido fijo para ambos, y de ahí la confusión que a veces nos hace tender a pensar que no existe una logopedia para adultos. En este momento, existe además una creciente demanda de lo que se denomina “logopedia para la tercera edad”. Vamos pues a conocer cómo puede ayudarnos la logopedia en cada una de las etapas.  


LA LOGOPEDIA INFANTIL 

Los primeros años de vida de los niños son determinantes para el desarrollo del lenguaje y es de suma importancia detectar y solventar cualquier déficit o trastorno que pueda surgir en esta etapa, en especial entre los 0 y los 6 años, cuando se puede llevar a cabo una intervención temprana. Algunas de las patologías que pueden presentarse en la edad infantil son: - Las relacionadas con los trastornos del LENGUAJE: RSL (retraso simple del lenguaje) disfasia (pérdida parcial del lenguaje) etc. en las que el niño presenta un cierto desfase cronológico en el desarrollo del lenguaje, tanto a nivel comprensivo como expresivo, sin que existan alteraciones mentales, motrices o sensoriales asociadas. - Las que tienen que ver con el HABLA, en las cuales aparecen trastornos en la articulación de los fonemas, ya sea por que existan lesiones o malformaciones en los órganos articulatorios (disglosia) o simplemente por un uso incorrecto de los mismos (dislalia): pronuncian mal o cambian diferentes fonemas, no pronuncian la r, cambian, omiten, “ no se les entiende al hablar”, etc., o 

también cuando existe alguna alteración en la fluidez del habla (disfemia o como comúnmente se conoce “tartamudez”). - Los trastornos de LECTO-ESCRITURA (dislexia, discalculia, disgrafía, comprensión lectora…) son todos aquellas alteraciones que comprometen a la lectura y la escritura de los niños, interfiriendo así en su aprendizaje y su vida escolar. - Los trastornos del lenguaje asociados a otras alteraciones. Además de aislados, los trastornos del lenguaje se pueden presentar en el contexto de otras alteraciones, entre otras, las siguientes: hipoacusia (sordera), deficiencia mental, parálisis cerebral o autismo.  

INFORMACIÓN PARA LOS PADRES 

En muchas ocasiones los padres se hacen la siguiente pregunta: ¿En qué situaciones sería conveniente hacer una consulta a un logopeda? Para ello existen indicadores y síntomas a tener en cuenta, entre otros: 

- Si no habla o habla muy poco.

 - Si es difícil o no se comprende al niño cuando habla.

 - Si tiene dificultades para pronunciar algún sonido.

 - Si se salta algún sonido o agrega otros que no corresponden.

 - Si respira con la boca abierta - Si se pone afónico con frecuencia o de forma continuada. 

- Si presenta cambios muy drásticos en la voz.

 - Si se observa que tiene dificultades para oír o si, aún oyendo bien, encuentra dificultades para discriminar algún sonido. 

- Si presenta alteraciones sensoriales.

 - Si presenta alguna alteración física, como la parálisis cerebral o la espina bífida.

 - Si presenta un retraso general en el desarrollo y el lenguaje, autismos y otros síndromes.

 - Si se descentra con facilidad ante cualquier situación de la vida diaria.

 - Si presenta dificultades la hora de leer o escribir correctamente. 

LA LOGOPEDIA PARA ADULTOS Son muchas las patologías que pueden abordarse y ser tratadas a través de logopedia en la edad adulta. Entre otras las siguientes: Disfonía: o más comúnmente conocida como “ronquera” o “afonía”. Es aquella patología en la cual la calidad de la voz se ve alterada en cualquier grado. Cuando la pérdida de la voz es total, estaremos hablando de una afonía. Lesiones cerebrales: nuestro trabajo como logopedas también comprende la terapia de las alteraciones del lenguaje en patologías que padecen las personas adultas como consecuencia de accidentes cerebrovasculares (ictus), traumatismos por accidentes o tumores cerebrales. Los trastornos que pueden presentarse como consecuencia de ello son entre otros: • Afasias: en las que el lenguaje se ve afectado tanto a nivel de comprensión como de expresión. • Disfagias: cuando existe un trastorno de la deglución (problemas para “tragar” el alimento). • Disartria: dificultad para mantener el control de los músculos implicados en el habla. Disfemia: en nuestro centro también tratamos los casos de disfemia o “tartamudez” que persisten en la edad adulta, abordándolos a través de una terapia conjunta de psicología y logopedia

LA LOGOPEDIA EN LA TERCERA EDAD

Actualmente la logopedia tiene un papel importante en la rehabilitación de aquellas patologías típicas de la tercera edad, que cursan con alteraciones en el lenguaje y la comunicación. Proponemos una intervención que busca rehabilitar dichas alteraciones del lenguaje y de la comunicación que se producen como consecuencia de las distintas enfermedades y trastornos típicos de esta edad. En esta etapa de la vida pueden aparecer problemas relacionados con los aspectos perceptivos y motrices del lenguaje, como son la audición, la voz o el habla. 4 Por otro lado es común la aparición de carencias relacionadas con procesos mentales del lenguaje, como el acceso a la palabra y la ejecución y compresión del discurso. 

A continuación aparecen algunas de las enfermedades más comunes en esta etapa: 

Parkinson: 

 Es una enfermedad de tipo neurodegenerativo que provoca, entre otros trastornos, una disminución del volumen del habla (hipotonía), rigidez muscular, monotonía en la entonación del habla, dificultades en la pronunciación, inexpresividad facial, un ritmo del habla acelerado, enlentecimiento del pensamiento, trastornos de la deglución, etc. ¿Cómo ayuda la logopedia a una persona que padece Parkinson? El objetivo de la rehabilitación logopédica del Parkinson es lograr la mejora de aquellos aspectos de la enfermedad que interfieren en la comunicación del paciente con su entorno, tratando de mejorar su control postural, su respiración, su articulación, su motricidad orofacial (de los músculos del habla) o su prosodia (entonación). En definitiva, tratar de mejorar su inteligibilidad y ofrecer orientación tanto al paciente como a su cuidador, con el fin de mejorar su capacidad comunicativa con su familia o su entorno. 

Cáncer de garganta (laringe):

 Es la aparición de células malignas en la laringe Se encuentra casi exclusivamente en personas que fuman. En ocasiones se hace necesaria la extirpación total o parcial de la laringe (laringectomía), con las consecuencias para la comunicación normal del paciente que ello conlleva. ¿Cómo ayuda la logopedia a una persona laringectomizada? Posibilitando, a través de diversas técnicas, que la persona laringectomizada pueda recuperar la capacidad de hablar.

 Alzheimer:

 Es un tipo de demencia que se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, entre ellas el lenguaje. Es el tipo más frecuente de demencia (50-70% de las demencias). 5 Genera en la persona afectada una pérdida de la autonomía y de la independencia. Suele acompañarse de otros trastornos asociados como depresión y cambio en la personalidad.

 ¿Cómo afecta el Alzheimer al lenguaje de las personas? 

Produce un trastorno del lenguaje conocido como afasia y que en sus inicios suele tratarse de una dificultad para evocar el nombre de las cosas. El Fenómeno de “Punta de la Lengua” (“sé que sé algo aunque no puedo recordarlo, pero lo tengo en la punta de la lengua”). Es uno de los primeros síntomas (aunque tener algún episodio aislado de este fenómeno no tiene por qué ser señal inminente de inicio la enfermedad). Paulatinamente va afectando de manera más profunda al lenguaje, hasta que éste se ve seriamente modificado y mermado.

 ¿Cómo ayuda la logopedia a una persona con Alzheimer? 

Evaluando e interviniendo las áreas del lenguaje afectadas, con el fin de mantener las capacidades lingüísticas y comunicativas del paciente. 

Realizando talleres de PREVENCIÓN de la aparición de dicha enfermedad. 

Ofreciendo asesoramiento y apoyo a la familia o cuidadores del afectado.

 LAS ENFERMEDADES RARAS:
DEFINICIÓN:
Una enfermedad rara, también llamada enfermedad huérfana, es cualquier enfermedad que afecta a un pequeño porcentaje de la población.
La mayoría de las enfermedades raras son genéticas y están presentes en toda la vida de una persona, incluso si los síntomas no aparecen inmediatamente En Europa se considera que una enfermedad o desorden es raro cuando afecta a 1 de cada 2.000 ciudadanos.
Se caracterizan por una diversidad amplia de desórdenes y síntomas que varían no solo según la enfermedad sino también según el paciente que sufre la misma enfermedad. Unos síntomas relativamente comunes pueden ocultar enfermedades raras subyacentes, lo que conduce a un diagnóstico erróneo.
TIPOS DE ENFERMEDADES RARAS:
, según un estudio de la Unión Europea, son las siguientes:
  1. Síndrome de Brugada.
Afecta a 50 de cada 100.000 personas. Es un mal hereditario caracterizado por una anormalidad electrocardiográfica (ECG) y un aumento del riesgo de muerte súbita cardíaca.
  1. Guillián-Barré.
El síndrome de Guillain-Barré, que lo sufren 47,5 de cada 100.000 personas, es un trastorno neurológico autoinmune en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a una parte del sistema nervioso periférico, la mielina, que es la capa aislante que recubre los nervios. Cuando esto sucede, los nervios no pueden enviar las señales de forma eficaz; los músculos pierden su capacidad de responder. Ahora se la vincula también al virus del Zika. 
  1. Melanoma familiar.
El melanoma maligno familiar afecta a 46,8 de cada 100.000 personas y es un término que se refiere a las familias en las que dos o más familiares de primer grado, como un padre, hermano, y / o un niño, tienen un tipo de cáncer de piel llamado melanoma.

El cáncer se origina cuando las células sanas comienzan a cambiar y crecer sin control formando una masa llamada tumor. En general, aproximadamente el 8% de las personas recién diagnosticadas con melanoma tienen un pariente de primer grado con melanoma. Un porcentaje mucho menor, aproximadamente 1% a 2%, tiene dos o más parientes cercanos con melanoma.
  1. Autismo hereditario.
Afecta a 45 de cada 100.000 personas. Se trata de un trastorno de desarrollo que afecta a la capacidad social, de comunicación y de lenguaje, y suele resultar evidente antes de los tres años de edad.

Esta enfermedad tiene una fuerte base genética, aunque la genética del autismo es compleja y no está claro si el trastorno del espectro autista (TEA) se explica más por la interacción de múltiples genes o mutaciones raras con efectos importantes. 
  1. Tetralogia de Fallot
Es una cardiopatía congénita caracterizada por cuatro malformaciones que dan lugar a la mezcla de sangre arterial con la sangre venosa con efectos cianotizantes (niños azules).

Este mal, que afecta a 45 de cada 100.000 personas, era conocida antaño como Mal Azul debido a que los infantes que la padecían se les coloreaba de color azul grisáceo determinadas partes del cuerpo que no recibían oxigenación sanguínea.
  1. Esclerodermia.
Alude a un grupo heterogéneo de enfermedades autoinmunes que afectan principalmente a la piel, pero que también pueden implicar estructuras subyacentes, como la grasa, los músculos, los huesos, diversos órganos internos (tracto gastrointestinal, pulmón, riñón, corazón y otros), la membrana sinovial y los vasos sanguíneos. La sufren 32,5 de cada 1000.000 personas.
8. Great Vessels Transportition
Esta enfermedad se caracteriza por la transposición de los grandes vasos sanguíneos que ocurre desde el nacimiento (congénito). En concreto, los dos principales vasos que llevan la sangre desde el corazón - la aorta y la arteria pulmonar - están intercambiados (transpuestos). Afecta a 32,5 de cada 100.000 personas.

Los especialistas recomiendan a las personas que creen tener alguna de esta enfermedades no desesperarse, pues suelen ser difíciles de detectar. Un estudio realizado en España señala que el tiempo promedio suele ser de cinco años.