HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Qué es la Tensión arterial?
Todo el mundo tiene tensión arterial; sin ella la sangre no podría circular. La tensión arterial es la tensión
que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias que son los vasos que llevan la sangre desde el corazón a
las demás partes del cuerpo. Es la consecuencia de dos fuerzas, una la que produce el corazón para impulsar
la sangre y otra, la resistencia que ofrecen las arterias al paso de la sangre, sobre todo las más pequeñas que
se llaman capilares.
Cuando el corazón se contrae la tensión más alta que produce se llama
tensión sistólica; cuando se dilata la tensión más baja que produce se llama
tensión diastólica.
¿La tensión arterial es siempre la misma?
La tensión arterial varía a lo largo de la vida del individuo, a lo largo de las
estaciones (es más baja en verano) y a lo largo del día dependiendo de muchas situaciones. En los países
industrializados, como el nuestro, la tensión arterial sistólica aumenta con la edad, mientras que la tensión
arterial diastólica suele descender a partir de los cincuenta años. Pero hay otras causas que alteran todos los
días la tensión arterial como la temperatura elevada, la actividad física, las emociones, el dolor, la postura, el
coito, la dieta, muchos medicamentos, el sueño y el consumo de café. Por eso es muy importante conseguir
que la medición se haga de acuerdo con unas instrucciones muy precisas.
¿Qué significan los números?
La tensión arterial se suele mostrar con dos cifras, por ejemplo 120/70; la más alta es la tensión arterial
sistólica y la más baja es la tensión arterial diastólica. A usted pueden decirle que tiene “ciento veinte
setenta” o, de un modo más simple, “doce-siete”. Estos números hacen referencia a los milímetros de
mercurio (mm Hg) en los que se oyen (tensión arterial sistólica) y se dejan de oír (tensión arterial diastólica)
los latidos cardiacos, cuando la tensión arterial se mide con un equipo específico: esfigmomanómetro de
mercurio.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial (HTA) es la elevación permanente de la tensión arterial, bien de la tensión arterial
sistólica, de la diastólica o de ambas por encima de los límites que en la actualidad se consideran como
normales, es decir 140/90 . Una lectura única elevada de la tensión arterial no significa que Ud. sea
hipertenso, pero si que debe acudir a su centro de salud para que le informen de lo que debe de hacer.
La Sociedad Europea de Cardiología y la Sociedad Europea de Hipertensión han clasificado la tensión
arterial en diversos niveles que se expresan en el recuadro.
Algunos datos estadísticos
La hipertensión es una enfermedad muy frecuente. En España se estima que el 40% de la población es
hipertensa; sin embargo solo 6 de cada 10 saben que lo son y solo 1 de cada 10 ha alcanzado el grado
adecuado de control de su tensión arterial. Entre los ancianos la hipertensión es más frecuente. Más de la
mitad de las personas mayores de 65 años tienen la tensión arterial elevada. Estos datos dan una idea de la
importancia del problema.
Causas de la hipertensión
Es muy probable que le digan a Ud. que su hipertensión es idiopática, primaria o esencial. Todos ellos son
términos que se utilizan cuando se desconoce su causa y esto ocurre en aproximadamente el 90% de los
casos. Se sabe que en la hipertensión esencial intervienen factores hereditarios y factores ambientales que
actuando en conjunto producen cambios en el corazón y en la resistencia al paso de la sangre por las arterias.
En un 10% de los casos es posible determinar la causa de la hipertensión. La mayoría de las veces son
enfermedades renales, pues el riñón juega un papel muy importante en su regulación, y en otros casos puede
ser producida por trastornos hormonales como el hipertiroidismo por ejemplo o el síndrome de Cushing o
por otras enfermedades poco frecuentes. Los estudios que su médico hace cuando le diagnostica la
hipertensión son también para buscar si existe esta hipertensión secundaria.
Algunos medicamentos elevan la tensión arterial y pueden producir hipertensión en algunas personas. Los de
uso más frecuente son los descongestivos nasales, algunos remedios para los catarros comunes y los
antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y la aspirina por ejemplo; estos medicamentos son muy
usados sin prescripción médica y, al margen de otros problemas, hay que considerar que pueden producir
hipertensión arterial o reducir la eficacia de los medicamentos que se usan para controlarla si su uso es
frecuente y prolongado. En el pasado algunas píldoras anticonceptivas elevaban la tensión arterial, pero las
nuevas formulaciones es menos probable que lo hagan.
Una enfermedad relativamente frecuente que puede producir o agravar la hipertensión es la apnea del sueño
que es una condición que se caracteriza por episodios de interrupción de la respiración mientras la persona
está durmiendo.
¿Qué factores de riesgo que contribuyen a la hipertensión?
Hay factores que no podemos modificar y otros que sí. Son factores de riesgo no modificables:
-La edad: la HTA aumenta con la edad, porque disminuye la elasticidad de las arterias (como si disminuyera
la elasticidad de la manguera) por arteriosclerosis.
El sexo: las mujeres tienen cierta protección
por las hormonas femeninas durante la edad
fértil, pero a partir de la menopausia el riesgo se
iguala.

-La raza: la HTA es más frecuente y grave en
personas afroamericanas, por ejemplo.
-La herencia: la aparición de HTA es más
frecuente si los padres son hipertensos.
Son factores de riesgo modificables, sobre los que
podemos actuar mediante la prevención:
-La obesidad: existe una relación directa entre
el Índice de Masa Corporal (I.M.C.) y la Tensión
Arterial.
Hay otra obesidad que se denomina abdominal y
que se calcula de una manera muy sencilla. Basta
una cinta métrica y, como norma aproximada,
consiste en medir el perímetro abdominal a la
altura del ombligo. Si es Ud. mujer el perímetro
debe de ser inferior a 88 cm. y si es un hombre
inferior a 102 cm.
En pacientes obesos aumenta el riesgo de padecer HTA entre dos a tres veces con respecto a personas en su
peso ideal. Además el aumento de la grasa abdominal se ha relacionado con
otras muchas enfermedades como las alteraciones del colesterol y los
triglicéridos o la Diabetes Mellitus tipo 2.
- El consumo excesivo de sodio. El sodio es un elemento indispensable
para nuestra vida y se encuentra fundamentalmente en la sal. Pero hay que
saber que se encuentra en los alimentos naturales y en mayor medida en los
alimentos y bebidas que han sido procesados, ya que es uno de los mejores conservantes que se conocen
desde los tiempos más tempranos de la humanidad. Así está en los embutidos, las conservas, los salazones
(naturalmente), los alimentos precocinados, las bebidas carbónicas, etc. Es importante saber que hecho de
que un alimento no tenga un sabor salado no significa que no tenga sodio ya que este es sólo uno de los
elementos de la sal. La cantidad diaria de sodio que necesitamos cabe en una cucharadita de café y sin
embargo consumimos más de cinco veces esa medida. Aunque no todas las personas son igualmente
sensibles al sodio y, por tanto, a su efecto sobre la tensión arterial, una medida prudente es restringir su
consumo aunque no se sea hipertenso.
- El consumo excesivo de alcohol. El consumo moderado de alcohol no es malo para la salud salvo que
se padezca alguna enfermedad en la que este contraindicado. Pero lo que es moderado depende de hábitos
culturales de comportamiento muy variables. Ud. puede calcular la cantidad de gramos de alcohol que
consume de forma aproximada porque todas las bebidas que lo contienen lo indican en su etiqueta. Viene
expresado en tanto por ciento y se refiere a la proporción de alcohol puro que contiene por cada 100 ml de
bebida.
Por ejemplo: la etiqueta de una cerveza indica: 5%; esto significa que de cada 100 ml de cerveza 5 ml son
alcohol puro; en el vino de mesa son 12 (12%) y en un licor 35 a 45 ml (aunque esto es más variable).
Normalmente las recomendaciones sobre el consumo de alcohol se expresan en gramos y así se suelen
informar en los medios de comunicación. Para hacer las cuentas aproximadas tiene que multiplicar por 0,8
los mililitros de alcohol.
Por ejemplo: 5 ml x 0,8 = 4 gramos de alcohol. Así una caña (200 ml de cerveza)
tiene: 5 x 2 x 0,8= 8 gramos de alcohol.
La Sociedad Española de Medicina de Familia en su programa de actividades y medidas preventivas aconseja
que, en las personas sanas, el consumo de alcohol no supere los 170 gramos a la semana en el varón y los 110
gramos a la semana en la mujer. Como esto puede ser difícil de entender es más sencillo traducirlo en
unidades aproximadas de consumo. Es decir: un varón podría tomar hasta 17 unidades de alcohol a la
semana, y una mujer 11 unidades.
Cálculo aproximado de unidades de bebidas alcohólicas
Una Unidad equivale aproximadamente a 8-10 gr. de alcohol puro y
equivale a:
Un vaso pequeño de vino: 100 ml
Una caña de cerveza: 200 ml
25 ml de licor: coñac, whisky, ron, ginebra, vozka.
Un chupito de aguardiente
1 jerez o vermut: 50 ml
El consumo excesivo de
alcohol puede contribuir a
un 25-30% de los casos de
hipertensión arterial,
además de producir otras
enfermedades.
- La vida sedentaria. Una persona es sedentaria si gasta menos de 500 Kilocalorias a la semana mediante
su actividad física ocupacional y de tiempo libre y se dice que su actividad física es insuficiente si el gasto no
llega a 1000 kilocalorias. Estas definiciones son poco prácticas, pero Ud. puede calcular aproximadamente su
actividad física si considera que andar a un ritmo moderado durante 30 minutos representa un consumo de
150 kilocalorías. La actividad física insuficiente está asociada a muchas enfermedades y, por el contrario, el
ejercicio suficiente está asociado a una disminución de la mortalidad.
-El consumo de tabaco: el tabaco puede elevar de forma transitoria la TA, pero su uso crónico no se asocia
con aumento de la presencia de HTA. De todos modos tanto los hipertensos como la población en general
deben evitar el consumo de tabaco, ya que por sí solo aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, además
de favorecer la aparición de diferentes tumores.
¿Por qué es un problema la hipertensión arterial?
Cada vez es menos frecuente en nuestra sociedad que la tensión arterial sea tan alta que represente un riesgo
inmediato para la vida. El problema de la HTA es que representa una sobrecarga de trabajo para el corazón,
que puede dañar a lo largo del tiempo a las arterias pequeñas y de este modo afectar la función del riñón o
del ojo (retina) y que también puede afectar a las arterias mayores contribuyendo a que sean cada vez más
rígidas y estrechas, es decir a la arteriosclerosis.
La arteriosclerosis hace que llegue menos sangre a los distintos órganos de nuestro cuerpo y si no llega la
sangre no llega el oxígeno y los nutrientes que estos necesitan para funcionar adecuadamente.